LA DIVERSIDAD Y LA EXCELENCIA CREATIVA VUELVEN A CONVERTIR UNIVERSAL MUSIC FESTIVAL EN UN GRAN ÉXITO ARTÍSTICO Y DE PÚBLICO
Universal Music Festival 2024 ha concluido tras dos semanas de intensa y exitosa actividad, desplegada entre el 13 y el 27 de junio. Durante las 13 jornadas del ciclo, más de 10.000 asistentes han pasado por el UMusic Hotel Teatro Albéniz de Madrid, certificando así la firme raigambre de esta cita en el calendario cultural de la ciudad.
Como siempre, Universal Music Festival se ha distinguido tanto por la calidad como por la diversidad de su propuesta artística, ofertando conciertos que, en lo estrictamente estilístico y en la edición que acaba de terminar, abarcan desde el flamenco a la clásica contemporánea, pasando por el pop, el fado, la rumba o la canción popular española. El común denominador de todas las actuaciones de esta octava edición ha sido el de la emotividad, una constante desde que el festival se pusiera en marcha hace casi un decenio.
Así, tras los cuatro conciertos consecutivos de un Pablo López siempre en racha –repasando su fructífera carrera con las entradas agotadas y sus fans plenamente entregados–, hemos podido vislumbrar el futuro del cante flamenco de la mano de Kiki Morente –con disco de estreno y el apoyo de sus hermanas Estrella y Soleá en su concierto– y aprender de una maestra del género como Carmen Linares secundada por ese trío de fantasía jazzera que forman Tino Di Geraldo, Carles Benavent y Antonio Serrano.
Buena parte de Universal Music Festival 2024 se ha conjugado en femenino, de hecho. Dos primeras damas de la música, Marta Sánchez y Dulce Pontes, realizaron un recorrido antológico por sus respectivas trayectorias –en clave pop la primera, entre el fado y la experimentación vocal la segunda– que nos dejaron boquiabiertos, mientras el grupo catalán Las Migas presentó su nuevo álbum, “Rumberas”, cuajando uno de los shows más risueños de esta edición. Fuera de categorías y de cercos genéricos disfrutamos del espectáculo “Lorca Sonoro” comandado por Pasión Vega, que nos recordó la profunda huella que la poesía lorquiana ha dejado en nuestra música.
Además, vivimos muy de cerca la presentación del nuevo trabajo del incombustible y prolífico Wim Mertens, figura clave del minimalismo europeo de las últimas décadas. Y comprobamos que los cancioneros de dos clásicos del pop británico de los ochenta y noventa –Immaculate Fools y The Christians– siguen tan lozanos como siempre.
Miles de personas han decidido secundar tan valiosa apuesta artística –la de Universal Music Festival– un año más. El camino hacia la próxima edición, la novena, ya se perfila ante nosotros. Mil gracias por acompañarnos.