Jorge Marazu. El camino hacia la luz
El talento de Jorge Marazu ha llamado la atención de artistas como Raphael, Pasión Vega, Carlos Goñi o Sergio Dalma. Y dicho ámbito, el de los músicos punteros, es un secreto a voces desde hace tiempo. Poco a poco, gracias a una vocación que se intuye indestructible, se ha abierto paso en el competido territorio de nuestra cultura popular. “Lumínica”, su tercer álbum, que será publicado por Universal Music el próximo otoño, está llamado a ampliar su nómina de seguidores de forma exponencial.
En la segunda matinal de Universal Music Festival 2017 –acompañado por la guitarra de Toni Brunet y las percusiones de Sebas Merlín, dos músicos reputados y de amplio currículo– ha deleitado al respetable con un goloso adelanto del nuevo disco en la Sala de Orquesta del Teatro Real de Madrid. Un trabajo que, por lo escuchado hasta ahora, hace honor al rutilante título e irradia una energía distinta a la de discos anteriores.
El abulense –de 31 años– tiene una voz matizada y dúctil, de tesitura sedosa, idónea para tocar la fibra sensible. Pero también se desenvuelve con holgura en los registros altos, añadiendo un agradecido plus de épica a las composiciones, que han multiplicado su balsámico efecto al incorporar la electricidad de la guitarra y el latido del bombo legüero. “Media vuelta” es perfecto ejemplo de ello. La novísima “Líneas de Nazca”, también.
Músico de corte clásico, tanto en las formas como en el fondo, Marazu se ha mostrado comunicativo con el público que ha cubierto el aforo de la sala, dando detalles sobre canciones ya conocidas, como “Enredadera” o “Recuerdo crónico”, y mostrando las muchas virtudes de temas nuevos que pronto conquistarán los corazones de sus fans. Canciones como “Elia”, “Cometa”, “14 años atrás” –que ha definido como “la más especial” de las que ha compuesto hasta la fecha– o la chispeante “Luz” han sabido a gloria en esta sesión mañanera.
Jorge Marazu. Quédense con el nombre porque aquí se vislumbra un artista de larguísimo recorrido.